Había una vez dos hormigas que eran muy amigas desde hace mucho tiempo. La hormiga Rosa que era popular en el pueblo, tenía varios amigos y su “mejor amiga” llamada Betty. La mayoría de las veces Betty le contaba todo a su amiga Rosa,  estaban siempre juntas, ella  confiaba mucho en Rosa  pero, sin  darse cuenta Rosa la traicionaba, divulgaba todas las cosas con las otras hormigas del pueblo, y cuando iban al colegio juntas se burlaban de la pequeña hormiguita.  Esto causaba que Betty se sintiera mal además de no saber de donde provenían estas acusaciones, luego de un tiempo Rosa se sentó con ella a consolarla,  su “mejor amiga” era tan mala con ella que le decía a las otras hormiguitas todos las cosas que Betty le había contado en confianza, haciendolo a propósito con el fin de dejarla en ridículo. La hormiguita empezó a sospechar. Al pasar los días sucedía lo mismo, llego un momento en que Betty escucha detrás de la puerta del salón a Rosa cuando comentaba todos sus secretos, se sintió muy decepcionada de aquel hecho ocurrido, desde ese momento se dio cuenta de muchas cosas, una de estas es sobre la palabra “mejor amiga”, esto es algo muy grande y no debemos confiar en aquellas hormiguitas que son realmente compañeras.

Moraleja: la amistad  es un valor que se gana  con la experiencia, hoy en día no podemos confiar en todas las personas, debido a que no las conocemos lo suficiente. La palabra llamada “mejor amiga” involucra muchas cosas, esta se debe ganar a través del tiempo y de las acciones que se van manifestando. En la fábula la hormiguita Rosa fue una persona egoísta, envidiosa, y chismosa, lo que hizo fue hacerle daño a su amiga Betty. Por esto es que no podemos confiar en todo el mundo, debemos elegir bien quienes son en realidad nuestros verdaderos amigos y quienes tienen buenas intenciones de ayudarnos en los problemas que se nos presentan.